El síndrome de piernas inquietas (SPI)
consiste en una sensación desagradable con necesidad de mover las
piernas, que aparece sólo en reposo y se alivia con el movimiento. Los
síntomas son difíciles de describir (tirantez, picor, tensión,
inquietud…). El paciente localiza la sensación por debajo de las
rodillas y profundo, no en la piel. Suele ser bilateral, y en casos
extremos afecta a los brazos. Aumenta a lo largo del día y especialmente
por la noche y puede obligar a levantarse de una reunión o a salir de
la cama para caminar.
A menudo produce alteración del sueño y se asocia a movimientos periódicos de las piernas durante el sueño (PLMS).
Los PLMS consisten en sacudidas de las
piernas durante el sueño. Suelen asociarse a las piernas inquietas. Como
ocurren durante el sueño, habitualmente el paciente no los percibe, por
lo que no requieren tratamiento a menos que provoquen el despertar.
El SPI afecta al 5-15% de la población. Aumenta con la edad y es el doble de frecuente en mujeres (Ekbom 2009).
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